10 de febrero de 2015

Antonio Soblechero santiustero de nacimiento hace un donativo a la AECC DE Segovia.

A galope en la lucha contra el cáncer

 
 Vecino de Santiuste de San Juan Bautista, Antonio Soblechero es caballista desde la infancia, pero a sus 72 años varios percances y problemas de espalda le han hecho tomar la decisión de vender a ‘Buenasuerte’ el último de los caballos que tenía en propiedad desde que adquiriera el primero cuando se casó, hace ahora medio siglo.
 
«La idea de donarlo me vino en el encierro de Olmedo, cuando me vi mal para montar el caballo y echarle la montura. Hablé con algunos colegas de venderlo y pensé que lo que me dieran a mayores de mi doma lo iba a donar a la lucha contra el cáncer», comenta. Finalmente la venta se realizó en Nava de la Asunción por 5.000 euros, de los cuales 2.000 se han destinado al generoso donativo.
No es la primera donación que Antonio y su mujer, Manoli, hacen a la asociación, pero sí la primera vez que han querido hacerlo público. «Mi familia me decía que no dijera nada, pero leía muchas noticias sobre donaciones de este tipo. Y si los demás lo hacen, por qué yo no», señala Antonio. En noviembre se puso en contacto con la Asociación Contra el Cáncer de Segovia para comunicarles su decisión de hacer la donación en cuanto vendiera el equino: «Me decidí por esta asociación porque aunque no hemos tenido ningún caso en la familia, sí he tenido amigos y conocidos que lo han pasado y les quiero mucho». Con el fin de recoger el talón bancario con la cantidad donada, se desplazaron hasta Santiuste Ana San José, presidenta de la AECC en Segovia, y María Sol Salort, coordinadora del voluntariado, además de Juana Fernández, colaboradora local.
 
La pasión que este agricultor jubilado tiene por los caballos le llevaba a tener anotados en un calendario todos los días que salía a montar con ‘Buenasuerte’, y los numerosos cuidados que le dispensaba. «No he tenido más remedio que venderlo porque cuidar a un caballo da mucha tarea, son tres comidas al día y muchos cuidados, pero reconozco que lo voy a echar muchísimo de menos. Me ha tocado llorar de nostalgia porque he recorrido con él romerías y encierros en cincuenta kilómetros a la redonda»
Noticia de Fernando de la Calle.

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