Pasión por el buen vino
Entrevista a Bodegas Avelino Vegas S.A. Fernando Vegas.
Marta Berzal - Santiuste | 17/09/2013
Las modernas bodegas de Santiuste de San Juan Bautista están dotadas de la tecnología más avanzada para la obtención de vinos de gran calidad. / E. A.
Fernando Vegas, hijo del fundador que da nombre a la empresa, dirige junto a su mujer Ana I. Gómez el Grupo Avelino Vegas. La empresa, fundada en 1950 por Avelino Vegas en la localidad segoviana de Santiuste de San Juan Bautista, comenzó su actividad elaborando vinos con las uvas de viñedos de la zona, en especial de la variedad verdejo. El grupo también cuenta con otra bodega en Fuentespina, pueblo burgalés de donde toma su nombre, Bodegas Fuentespina. Avelino Vegas exporta a más de 30 países en todo el mundo.
La pasión por el buen vino fue la principal base para la fundación de la empresa Avelino Vegas en el año 1950. El esfuerzo y el buen hacer de varias generaciones ha hecho que las bodegas que llevan el nombre del fundador sean reconocidas y valoradas por todo el mundo.
La tradicional empresa cuenta con una bodega con denominación de origen Rueda en el pueblo de San Juan Bautista y otra con denominación Ribera del Duero en Fuentespina, pueblo burgalés de donde toma su nombre la bodega. La andadura profesional de esta empresa comenzó elaborando vinos con las uvas de viñedos de la zona, en especial de la variedad verdejo.
A lo largo de los años, el vino procedente de la bodega Avelino Vegas ha ganado prestigio, trabajando duro durante más de cincuenta años. El grupo nunca ha dejado de crecer e innovarse, a la vez que se ha ido adaptando a los cambios de la sociedad. De esta manera, empresa inauguró en el año 2008 una nueva bodega dotada de la tecnología más avanzada del momento para facilitar la obtención de vinos blancos de calidad, diseñada y dirigida por Maribel García Vegas, ingeniera agrónomo y tercera generación que se incorpora al negocio.
La filosofía en la que se basa la bodega familiar Avelino Vegas es, tal y como expresa Fernando Vegas “mirar hacia el futuro, trabajando en el presente pero sin olvidar nuestras raíces”. Gracias a esta forma de trabajar, el trato con los trabajadores de la empresa como con los clientes “sea sincero y cercano”. La atención a los gustos del mercado es muy especial, ya que el principal cometido de esta empresa es “ofrecer unos vinos al gusto de los paladares más exquisitos”.
En la actualidad, la bodega controla un total de 600 hectáreas en la denominación de origen Rueda, sobre todo de verdejo y en menor proporción de las variedades complementarias Sauvignon blanc y viura. Avelino Vegas cuenta con un importante activo en la calidad de las uvas de viñas viejas de verdejo cosechadas en la provincia de Segovia, lo que le ha valido un excepcional reconocimiento de los mercados, con un volumen de comercialización de alrededor de 4 millones de botellas.
La voluntad de conectar con las preferencias de los nuevos consumidores ha hecho de la innovación enológica una marca que diferencia a Avelino Vegas. La bodega, fiel a este compromiso, lanzó un nuevo verdejo, Circe, obtenido a partir de una rigurosa selección de las mejores uvas de cepas casi centenarias, en cuya elaboración se ha buscado la máxima expresión de las cualidades de la vinífera castellana.
“Avelino Vegas siempre ha tenido vocación exportadora, por lo que sus vinos se encuentras en más de 30 países.”, apunta Vegas. La calidad de los vinos ha sido refrendada a lo largo de los últimos años por innumerables concursos y publicaciones tanto nacionales como internacionales. Los vinos Fuentespina, Montespina y Circe se distribuyen en toda España y en los principales mercados europeos y americanos, así como en los más importantes del continente asiático. Una historia de más de medio siglo en la que la familia se alza como principal protagonista, junto a la pasión por el vino. El trabajo duro y el buen hacer ha marcado la trayectoria de esta gran empresa que como todas, comenzó siendo pequeña.
De Rueda a la Ribera.- La apuesta de Avelino Vegas por los vinos de la máxima calidad llevó al grupo en 1993 a la creación de Bodegas Fuentespina, en la denominación de origen Ribera del Duero. Fuentespina maneja un total de 500 hectáreas de viñedo de una antigüedad media de 35 años, con diversas parcelas plantadas entre 1917 y 1945. Es precisamente de estas últimas de donde proceden las uvas que se destinan a los tintos de la gama superior de la bodega: Fuentespina Selección y F. de Fuentespina.
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