26 de septiembre de 2020

Caballada de Atienza Guadalajara.

Santiago Bernal Gutiérrez (Santiuste de San Juan Bautista, 1927) son letras de oro en lo que se refiere a fotografiar La Caballada. Su fotografía abarca medio siglo largo de Historia de La Caballada, favoreciendo además la promoción de nuestra fiesta y nuestra historia por todos los rincones de nuestra geografía.

Sus fotografías, que trabajan tanto el blanco y negro como el color son una colección de imágenes que ya pertenecen a los mitos de la Cofradía. Algunas de ellas están expuestas de forma permanente en la parte del Museo de la Santísima Trinidad dedicada a La Caballada como parte del patrimonio material de la hermandad. Nuestros sucesores estudiarán las fotografías de Santiago Bernal como nosotros estudiamos hoy las Ordenanzas del siglo XII.
Bernal Gutiérrez comienza a fotografiar a La Caballada en la década de 1960, centrándose gran parte de su obra en las décadas de 1970 y de 1980, si bien su casi medio siglo de fotografías de La Caballada se extiende hasta la misma década de 2010. En junio de 1987, en un acto externo a los ordinarios de la Cofradía, se le realiza un homenaje la semana previa a Pentecostés en el comedor de la ermita de la Virgen de la Estrella, donde se le entrega una placa, acto al que acompañó una exposición de fotografías suyas en el Hogar Juvenil (hoy comúnmente llamado "casita rural"). En 1993 se le concede el título de hermano honorífico de la Cofradía junto a Luis Carandell Robusté. Ello le permitía disfrutar de todos los actos de La Caballada como un hermano más sin ninguna de las obligaciones de éstos. No obstante, el espíritu de integración de Bernal Gutiérrez con los atencinos y los hermanos de La Caballada hizo que pidiera servir voluntariamente la vara de prioste en 1999, teniendo como mayordomo a Ángel Rodríguez Vera. Desde entonces pasó a ser un seis más de la Cofradía, montando a caballo y bajando andando a la ermita de la Estrella el Sábado de las Siete Tortillas mientras fue seis provisor. En 2006, año en que salió de la Mesa, montó por última vez a caballo a la edad de 79 años. Desde entonces, nos ha acompañado en los actos oficiales a pie. En 2012, como parte de los actos conmemorativos del 850 Aniversario de La Caballada, la Junta de Comunidades de Castilla - La Mancha edita un libro recopilatorio como homenaje a toda su obra -libro que le recomendamos altamente adquirir y visualizar-, que fue presentado doblemente en Guadalajara y en Atienza. Ese mismo año tiene lugar otra exposición suya en los Antiguos Juzgados de Atienza. Desde 2013 el Concurso de Fotografía de La Caballada lleva su nombre.
Al legado propio de Bernal Gutiérrez hay que añadir que de su mano aterrizaran en Atienza otros fotógrafos que forman parte importante de nuestra historia fotográfica, tales como Ángel de Juan o Javier Moreno -en cuya casa de Atienza sirvió la vara de prioste-.
El tiempo parace ser un ente circunstancial en las fotografías de Bernal Gutiérrez, como si se hubiera detenido a la par que las Caballadas se seguían celebrando. Así parece desprenderse de la primera de las fotografías que aquí les presentamos, donde las caballerías de tres seises comen plácidamente ante el gesto tranquilo de sus jinetes en una obra que es intemporal.
La segunda de las fotografías, cuya luz y cuyo cielo son fascinantes, parece dar a entender al observador que los dos jinetes están echando una carrera hacia la eternidad de ese firmamento.
La tercera de las fotografías aquí expuestas fue la que sirvió de portada al libro de 2012 antes comentado siendo un resumen de La Caballada en sí misma: la indumentaria del seis que porta la bandera, los colores primaverales del campo atencino en contraste con los colores de la bandera casi extendida, los caballos y el castillo de Atienza al fondo.
Bernal Gutiérrez fue presidente de la Asociación Fotográfica de Guadalajara desde 1968 a 2008 y en 1995 recibió la Medalla de Plata de la Ciudad de Guadalajara, además de multitud de premios fotográficos y otras distinciones honoríficas.
Bonita semblanza.
En la obra fotográfica de Santiago Bernal.
Para el "su" Caballada no podía faltar en su calendario desde la década de los 60 en el siglo pasado.
Para el suspuso todo un honor y recibio con mucha ilusión su nombramiento como hermano de honor de la cofradía.
Sirvió la vara como uno más y monto a caballo hasta los 79 años.
El ha vivido 
La Caballada de Atienza
 a pie, cargado con todo el equipo fotográfico, y también desde dentro de la cofradía, a caballo.
Para el ser un hermano más es todo un honor.




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